Nuestras instituciones fundamentaran su doctrina en las nuevas formas de mirar al Hombre, inmiscuido en cautividades presentes, que denigran su persona e identidad de hijo de Dios. Por eso, todo acto educativo mercedario se entiende como un acto liberador.
El ser humano que concebimos como centro de la educación, debe estar situado dentro de un contexto cultural, espacial y temporal para que el sea el dueño de su propio destino y trascendencia en la historia, el tiempo y en la eternidad llamando a enrolar las filas de los hijos de Dios en el cielo.
En el campo educativo debe ser concebido como un ser singular, único, irrepetible, dinámico, con características biológicas y psíquicas que le hacen irreductible e inalienable. Se conoce así mismo independiente y subsistente, con un proyecto de vida propio y capaz de orientar el rumbo del mundo y de su propia existencia, siempre que se den ciertas condiciones de coherencia que hagan posible el desertar de sus capacidades de autorrealización.
Esto significa que el ser humano va construyéndose así mismo en un proceso de personalización, que le permita irse liberando y de paso al mundo, dentro de la complejidad, diversidad y multiplicidad como lo afirma Edgar Morín (Epistemólogo francés)
La persona es un ser trascendente. Desde la perspectiva teológica, la trascendencia dice: “relación al destino final del hombre y a la creación de una realidad nueva y definitiva en Dios.” Conceptos que tienen sentido de cambio, de crecimiento, de perfección, de realización de la persona, la sociedad y el universo entero. No sería posible sin embargo, el autentico y permanente logro de la dignidad humana en este nivel, si no estuviéramos a la mismo tiempo auténticamente liberados para realizarnos en el plano trascendente. Es el plano del Bien Absoluto en el que siempre se juega nuestra libertad, incluso cuando parecemos ignorarlo; el plano de la ineludible confrontación con el Ministerio Divino de alguien que como Padre llama a la humanidad, los capacita para ser libres, los guía providentemente y ya que ellos pueden cerrarse a él e incluso rechazarlo, los juzga y sanciona para vida o muerte eterna, según lo que las personas mismas han realizado libremente ser.
Nuestro modelo educativo no puede ser por lo tanto, abstracto y desencarnado de la realidad de nuestros estudiantes, todo lo contrario, pretenderá irrumpir la esfera antropológica del sujeto educativo y sobre esta plasmar el proyecto educativo mercedario (PEM)
Para entender estas posibilidades nos obligaremos a remitirnos a una cultura interinstitucional como también a la cultura particular de nuestros estudiantes, como estrategia que nos permita detectar las necesidades axiológicas, antopológicas, epistémicos y teológicas.
Mediante un proceso de personalización siempre inacabado buscaremos incorporarlo a la socialización, campo que le permitirá al niño y al adolescente, en e este proceso trabajaremos por una educación fundamentada en la equidad de género e igualdad de oportunidades, concibiendo dignamente a la pareja humana, varón y mujer como seres esencialmente dignos, iguales, irrepetibles, inviolables a los ojos de Dios y de la historia humana.
CENTROS EDUCATIVOS MERCEDARIOS | LOCALIDAD |
---|---|
UNIDAD EDUCATIVA SAN PEDRO PASCUAL | QUITO – ECUADOR |
ESCUELA FISCOMISIONAL SAN JOSÉ DE EL TEJAR | QUITO – ECUADOR |
UNIDAD EDUCATIVA FISCOMISIONAL SAN PEDRO PASCUAL | IBARRA – ECUADOR |
PENSIONADO “LA MERCED” | AMBATO – ECUADOR |
UNIDAD EDUCATIVA FISCOMISIONAL “TIRSO DE MOLINA” | AMBATO – ECUADOR |
COLEGIO DE ARTES “LA MERCED” | AMBATO – ECUADOR |
COLEGIO “GARCÍA MORENO” | JIPIJAPA – ECUADOR |
COLEGIO SAN PEDRO NOLASCO | BOGOTÁ – COLOMBIA |