Hablar de la Provincia de Quito – Ecuador es rememorar intrínsecamente la historia de la evangelización española, pero más aún la historia apasionada de la República del Ecuador, porque la Orden además de ser evangelizadora, ha sido compañera y amiga del pueblo ecuatoriano. Históricamente la Provincia de Lima fue la “Madre” que engendró las provincias de Quito, Santiago y Tucumán. Luego de la conquista del Perú Sebastián de Benalcázar con su espíritu adelantado comenzó la conquista de Quito, lo acompañaban los padres Mercedarios Fr. Hernando de Granda y Fr. Martín de Victoria. A pesar de ser ganado el Reino en noviembre de 1533, es sólo hasta el 6 de diciembre de 1534 cuando se funda la ciudad de San Francisco de Quito,
Como reemplazo de la primera llamada Santiago de Quito (28 de agosto de 1534, fundada en la actual Ciudad de Riobamba). Dichos Religiosos estuvieron presentes en estos acontecimientos y como gesto religioso de gratitud a María, les donaron unos terrenos para asentar el primer convento y su respectiva Iglesia.
En este monasterio se estableció la primera escuela de Quito, fundada por Fr. Martín de Victoria, quien tenía una gran habilidad para aprender la lengua Inca. Por eso el Padre Victorio instruyó a varios religiosos de otras órdenes para que pudiesen adoctrinar a los indígenas. Este ilustre mercedario fue el que compuso la primera gramática de la lengua quechua. Pero, la obra mercedaria fue más allá, el Padre Granada acompañó a Sebastián de Benalcázar en la fundación de ciudades y por ende de conventos mercedarios en Guayaquil, Pasto, Popayán y Cali.
También es de destacar la participación del Padre Dionisio de Castro en la fundación del convento de Portoviejo. Y la participación del Padre Gonzalo de Vera en el descubrimiento del Río Amazonas. Para estas fechas nuestra Madre ya era reconocida como evangelizadora de Quito y fundadora de la Ciudad.
El 5 de junio de 1615 en el Capítulo General de Calatayud se da la autorización para que la Provincia de Quito alcance su autonomía de la Provincia de Lima. Ratificada por el Rey de España mediante Cédula Real dirigida al Virrey de las provincias del Perú el 17 de septiembre de 1616. Conforman la Provincia de Quito los conventos ubicados en los obispados de Quito, Popayán y el arzobispado del nuevo reino de Granada. Luego de la separación, Quito continuó su labor evangelizadora en su provincia, destacándose sus miembros por estar siempre entre los líderes de la también naciente patria. Entre ellos podemos mencionar al Padre Álvaro Guerrero quien fue Asambleísta, elaboro y firmo la primera Constitución de la nueva República y ayudó en la revuelta independentista, por lo mismo se destaca el Padre Antonio Albán que ayudó con dinero para que se consiguiese la independencia de la nueva nación.
Por estas otras razones la Orden de la Merced y nuestra Santísima Madre ocupan un lugar privilegiado en la historia y vida del Ecuador. Hoy es una de las Órdenes más reconocidas a nivel nacional. A María se le ha dado un lugar preponderante al nombrarle patrona principal de la República, mediante decreto del Honorable Congreso Nacional, primera fundadora, vecina y colona de la ciudad de Quito por el Cabildo, protectora contra las erupciones volcánicas, patrona principal de alguna diócesis y protectora de cárceles y presidios.
Desde la conquista del territorio ecuatoriano, y la batalla por la libertad, y otros hechos, se le ha reconocido como protectora de la libertad y Generalísima de las Fuerzas Armadas, porque el Mariscal Antonio José de Sucre, prometió depositar su espada a los pies de la excelsa reina con tal de triunfar en la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822 y sellar definitivamente la independencia de la naciente patria.
Hoy la Provincia se mantiene vigente haciendo presencia en la labor penitenciaria, parroquial, educativa, trabajo con jóvenes y promoción humana.